El BMW Serie 8 ha regresado al mercado tras varias décadas de ausencia como el portento más apasionante y destacable de la gama coupé de BMW. Y es que yendo más allá, y aunque poco tenga que ver visualmente con el Serie 8 original de los noventa, ambos proyectos comparten la misma filosofía y razón de ser: conjugarse como el máxime de la marca bávara. El súmmum de su categoría. Y esto, obviamente, significa mucho más de lo que a priori parece.
Mirando hacia adelante, el BMW Serie 8 Gran Coupé se alzará como el homónimo de cuatro puertas del coupé, y tanto uno como otro tendrán versión full M. El BMW M8 Gran Coupé será la cúspide de la gama del fabricante alemán y contará con todo lo que se le pueda pedir a una berlina-coupé del segmento F: será muy potente, contará con un motor de gran cilindrada, y ofrecerá prestaciones dignas de deportivo de alto nivel.
En pantalla tenemos el M8 Coupé, que la propia BMW anticipó de forma oficial con un camuflaje importante -tal y como se ve- pero sin esconder líneas maestras del diseño o de la aerodinámica. El diseño y las mejoras del mismo se aplicarán al M8 Gran Coupé, y ambas versiones compartirán absolutamente todo a excepción de la carrocería y del habitáculo, con diferencias a raíz de una mayor distancia entre ejes. El motor será el mismo V8 de al menos 4.4 litros de cilindrada y por ahora, la potencia neta que entregará a las cuatro ruedas sigue siendo un misterio. Lo que sí parece claro, es que una cifra de al menos 600 caballos está asegurada.