Tiempo atrás, BMW tomó una decisión muy polémica como era la de ofrecer asientos calefactables por suscripción, con un coste de unos 18 euros en la tienda BMW ConnectedDrive Store de Corea del Sur, ofreciéndose también suscripción por uno y tres años. Si bien parece que los planes iniciales de la marca pasaban por evaluar la respuesta del mercado y en función de su aceptación, continuar extendiéndolo a más mercados y modelos o directamente apostar por otras formas de negocio más tradicionales.
Ahora, en una reciente entrevista a Pieter Nota, uno de los miembros del consejo de administración para ventas y marketing, ha comentado en declaraciones a Autocar que esta modalidad no ha tenido gran aceptación porque los clientes tenían la sensación de estar pagando el doble. ¿Supone eso eliminar por completo las suscripciones? No, pero lo que harán serán centrarse más en suscripciones de software y productos relacionados con servicios tales como asistencia al aparcamiento y a la conducción.
En cualquier caso, el modelo de suscripción en vehículos de nuevo cuño, aún con la decisión de BMW, es algo hacia lo que camina la industria, más aún con los vehículos cada vez más conectados y digitalizados donde el fabricante tiene más capacidad de meter servicios de pago o cobrar una mensualidad por el uso de los mismos (tales como la conectividad) únicamente para poder usar servicios de streaming y navegación mejorada como es el caso de Tesla.
Podríamos concluir en que la gente está dispuesta a pagar por ciertos servicios que de otro modo no tendrían, el problema es cuando se quiere hacer pagar al cliente para desbloquear funciones que deberían venir como parte del equipamiento de serie del vehículo o al menos como un único pago (el extra a la hora de adquirir el vehículo). Y por supuesto, dentro de unos márgenes que no rompan el equilibrio.
Vía: Autocar