Como ya te hemos contado aquí en muchas ocasiones, el BMW Z4 y Toyota Supra no es sólo un desarrollo conjunto, sino que además la producción de los mismos también yace en la misma factoría, en este caso, controlada por Magna Steyr. Y es en este caso BMW quien gestiona las llamadas a revisión y relación con los proveedores.
Y los numerosos paralelismos existentes entre los ADN de ambos modelos (cambio ZF 8HP, motor de seis cilindros, plataforma CLAR…) dan pie a que si uno de los modelos registra algún problema de calidad por el que posteriormente deba ser llamado a revisión, es probable que este problema lo herede también el otro. Lo que sucede en este caso es que va mucho más allá (después te contaremos por qué), aunque afortunadamente afecta a muy pocas unidades de las que ya tienen controladas más de la mitad desde la firma. Por ello será Toyota quien se pondrá en contacto con los propietarios afectados por teléfono y en caso de que no se pueda llegar a ellos, se notificarán por correo postal para instar a que se acerquen a un concesionario local de la firma y determinar el alcance en su unidad.
De acuerdo a la documentación publicada por la NHTSA (National Highway Traffic Safety Administration), se habrían fabricado siete unidades del Toyota Supra con un defecto de soldadura en el bucle de la guía del cinturón, dando como resultado que en caso de accidente, estas soldaduras defectuosas podrían impedir que el cinturón realice correctamente su labor al no lograr retener al ocupante en su asiento.
El asunto como comentábamos va más allá, porque tal y como se especifica en la llamada a revisión, si se detecta que el anclaje está defectuoso, no se reparará, sino que el vehículo será reemplazado sin coste ninguno para el cliente. Por el momento no se ha detectado ningún accidente o problema derivado de este defecto de fabricación.