Adiós a la carrocería de tres puertas y hola a la tracción delantera. La tercera generación del BMW Serie 1 ya se ha oficializado y llegará a los concesionarios en el mes de Septiembre. Rivalizará con los Mercedes-Benz Clase A, Audi A3 Sportback y Lexus CT 200h. Pero… ¿cuáles serán las armas de las que hará uso para poder competir con sus rivales? A continuación, te lo contamos en detalle.
Uno de los cambios más llamativos es que rompiendo la tendencia de los fabricantes a hacer cada vez más grandes las nuevas generaciones, este nuevo Serie 1 es 5 mm más corto, marcando un total de 4.319 mm. Su anchura, eso sí, ha crecido en 34mm, siendo ahora de 1.434 mm mientras que su distancia entre ejes se ha acortado 20 mm hasta los 2.670 mm, contando ahora con unos voladizos más cortos.
Su diseño, en cualquier caso, te resultará familiar. Y no porque se haya filtrado previo a su presentación, sino por las numerosas conexiones que muestra con el BMW X2. También adopta lo que parece ser ya una norma dentro de la firma bávara como es la parrilla delantera monobloque, es decir, que ahora los riñones no se encuentran separados como antes. La gama de llantas irá desde las 16 a las 19 pulgadas, pilotos traseros con tecnología LED y podrá montar faros Full LED adaptativos, así como un techo solar panorámico que es novedad en el Serie 1 y que le conferirá de mucha más luminosidad al habitáculo.
Su habitáculo no muestra grandes diferencias respecto a lo que tenemos visto en la actual gama de modelos de la firma bávara, pero sí que podemos poner de manifiesto algunos elementos que son novedad y que refuerzan ese enfoque mucho más tecnológico llevado a cabo en este salto generacional: la instrumentación completamente digital, mientras que de serie contará con una pantalla de 8,8 pulgadas para el sistema multimedia con soporte de controles gestuales y en las versiones más equipadas, esta pantalla pasará a ser de 10,25 pulgadas. También contará con apertura y arranque vía smartphone mediante el uso de la tecnología NFC, BMW Intelligent Personal, así como navegador GPS con múltiples aplicaciones para explotar mejor sus posibilidades.
Eso sí, pese a que la nueva plataforma supone perder la propulsión trasera, sí que trae algo que muchos agradecerán: una mayor habitabilidad interior. Los ocupantes traseros disfrutarán de 33mm de espacio adicional para las piernas, 13 mm más de anchura de hombros (42mm en el caso de las plazas delanteras) y el maletero gana 20 litros hasta los 380 litros, ampliables hasta los 1.200 si abatimos los asientos traseros.
La tecnología no acompañará únicamente en materia del sistema de infoentretenimiento, sino también en asistentes de seguridad: control de velocidad activo hasta 160 km/h, función Stop&Go (sólo caja automática), sistema de aparcamiento asistido con memoria de los últimos 50 metros recorridos, aviso de cambio de carril no deseado, alerta y frenada a baja velocidad con detector de peatones y cilistas o cámara perimétrica.
Su gama de motores inicial estará formada por dos motores gasolina correspondientes al 1.5 tricilíndrico (118i) de 140 CV con 220 N de par y el 2.0 de cuatro cilindros (M135i) de 306 CV y 450 Nm de par, que contará con tracción xDrive (a las cuatro ruedas) y caja de cambios automática de ocho velocidades, necesitando tan sólo 4,8 segundos para ponerse a 100 km/h. Es de esperar que con el tiempo rellenen con opciones intermedias para que no haya un salto tan drástico. Por su parte, la oferta diésel tendrá tres opciones bajo la Euro 6d-TEMP y empezará con el bloque 1.5 tricilíndrico de 116 CV (116d), seguido del 2.0 de cuatro cilindros con 150 CV con 350 Nm de par máximo y finalmente el 2.0 de cuatro cilindros y 190 CV con un par máximo de 400 Nm, que irá asociado exclusivamente a la tracción total xDrive y caja de cambios automática de ocho velocidades.
