BMW rompió esquemas hace no muchos meses con la introducción del Serie 2. Se trata del primer monovolumen y que además tenía otra particularidad que -para desgracia de muchos- cada vez se verá más extendida dentro de la marca: la implementación de la tracción delantera.
Así pues, sobre la base del Serie 2 Active Tourer, BMW ha lanzado el Serie 2 Gran Tourer, un modelo que aumenta su longitud en 21 cm adicionales (4,55 metros), mientras que su batalla crece en 11 cm. La altura también aumenta en 5 cm (1,6 metros). Todo esto repercute en una mayor capacidad de carga y espacio para los ocupantes.
Dos configuraciones: cinco y siete plazas
Gracias a este espacio ganado en su habitáculo, esta variante puede contar con una configuración de siete plazas, pero resulta interesante, porque también puede solicitarse con una configuración de cinco plazas. Naturalmente, en función de la configuración elegida, la capacidad del maletero varía. Por ejemplo, si optamos por la variante de cinco plazas, el volumen de carga es de 645 litros, mientras que si optamos por la variante de siete plazas, el volumen de carga pasa a ser de 560 litros, que dicho sea de paso, no resulta una reducción considerable. Como referencia, el Serie 2 Active Tourer tiene un volumen de 468 litros.
La fila central cuenta con una configuración de 40:20:40 (no son asientos individuales, aunque según BMW permiten la instalacióin de tres sillitas individuales). Además, esta fila también puede desplazarse de forma longitudinal hasta 13 centímetros. Por su parte, la tercera fila tiene dos asientos individuales que pueden plegarse bajo el doble fondo del maletero. Este doble fondo en caso de elegir la configuración de cinco plazas tiene una capacidad de 100 litros.
Cinco propulsores
La gama queda conformada por cinco opciones mecánicas, en los que encontramos características comunes como el cumplimiento de la normativa de emisiones Euro 6, además del sistema Start&Stop.
Empezando por los 218i de 136 CV y el 216d de 116 CV, ambos de tres cilindros. Continuando en la escala, tenemos el 218d de 150 CV y el 220d xDrive de 190 CV (tracción total) así como el 220i de 192 CV. En función de la motorización, podrá optarse por una caja automática de seis velocidades (limitada a los motores tricilíndricos), automática de ocho y finalmente una caja manual.
Monovolumen, sí, pero también pensando en la deportividad
BMW no quiere hacer del Serie 2 Gran Tourer un electrodoméstico. Por ello, a través del mando «Driving Experience Control» se puede cambiar entre los modos Eco Pro, Sport y Confort, permitiendo variar la respuesta de algunos elementos, como la caja de cambios, dirección, climatizador, dirección (en caso de que sea adaptativa DCC).
Encontramos tres suspensiones diferentes, la de serie, la suspensión M que rebaja la altura de la carrocería en 10 mm además de contar con un tarado más firme, y finalmente, los amortiguadores adaptativos DCC que resultan los más versátiles (y caros).
BMW Serie 2 Gran Tourer