En MotorAdictos llevamos tiempo siguiendo muy de cerca el desarrollo y casi inminente presentación del nuevo BMW Serie 8. La marca alemana prepara ya todo lo necesario para posicionar en el mercado un coupé deportivo de alto lujo y confort que explore nuevos límites hasta ahora desconocidos por la firma bávara. Y es que con el principal objetivo de marcar la misma senda del éxito que en su momento llevó a cabo el Serie 8 original, el nuevo dos puertas alemán buscará nuevos horizontes. Y para ello, irán a por todas.
A estas alturas, hemos podido confirmar entre otros aspectos, que el BMW Serie 8 dará vida a un nuevo coupé de altas prestaciones bajo el sello M8, que portará mismo chasis y propulsor que el nuevo M5, es decir, un poderoso 4.4 litros V8 con una potencia neta superior a 600 caballos. Yendo más allá, también habrá un descapotable y también un modelo híbrido que combinará previsiblemente un seis cilindros en línea. Sin embargo, faltaba por llegar el que tenemos ahora mismo en mente, y que podría estar ya en desarrollo: un sucesor espiritual y directo del legendario Serie 8 850.
El propulsor a utilizar está claro: el mismo V12 de 6.6 litros que utilizan en Rolls-Royce y que en el caso del BMW Serie 8 superaría la potencia del M8, pero no competiría de forma directa con este último ya que el mercado sería muy concreto y el objetivo no sería la deportividad extrema, sino la búsqueda de una finura excepcional. Un nuevo benchmark que en el caso de tener como objetivo el Mercedes Clase S Coupé AMG 65, la potencia podría llegar incluso por encima de 650 caballos. Es más, no acaba de estar descartado que sea este último, el que opte al sistema de propulsión híbrido.