Durante este último año hemos hablado largo y tendido acerca del desarrollo inminente que tienen entre manos BMW y Toyota para desarrollar una plataforma conjunta y apuntar alto con dos nuevos deportivos que comercializarán por separado pero que en el fondo, serán casi idénticos. Dos apuestas importantes para ambas marcas que supondrán unas ventas anuales conjuntas de 60.000 unidades, y que ya está muy encarrilada.
Tanto es así, que BMW y Toyota han concedido al constructor Magna Steyr todo lo necesario para que se encargue de construir de manera independiente esta plataforma. El constructor ya tiene mucha experiencia en otros modelos de un bajo volumen de ventas como por ejemplo, el Mercedes Clase G o el Aston Martin Rapide. En el caso de estos dos nuevos proyectos, será el encargo más importante de la firma puesto que abarcará dos coches que se venderán en segmentos diferentes pero que encarrilarán caminos comunes. Por parte de BMW hablamos del Z5, y por parte de Toyota, del resurgir del nuevo Supra.
Ambos modelos serán híbridos
Tanto el sucesor del Toyota Supra como el BMW Z5 contarán con tecnología de híbrido y ofrecer un bloque motor muy similar. No está claro, pero un 3.0 litros turboalimentado de 6 cilindros en línea de origen BMW podría ser la base del proyecto, mientras que la tecnología de híbrido sería perteneciente a la marca japonesa. De esta manera, una potencia neta fijada en 500 caballos como punto de partida, estaría hecho. El Z5 podría posicionarse como un roadster de lujo y con claras orientaciones deportivas, mientras que el Toyota Supra se mantendría como un auténtico coupé con un gap de potencia más amplio, directo a estar muy cerca del todopoderoso Nissan GT-R.
¡Qué horror, Un Toyota con motor BMW!, ¿Es que ya no se acuerdan de los problemas de los Verso con ese motor?