A pesar de que el BMW X6 es uno de los vehículos con aspecto más deportivo de su segmento, a Hartge, como buen preparador especialista en BMW y Mini le sabía a poco, por ello, se ha puesto manos a la obra para dotarle de más deportividad y agresividad.
En el apartado mecánico, los dos motores diésel reciben una potenciación mediante una reprogramación de la ECU. En el caso del xDrive30d, un 3.0 de 235 CV, su potencia pasa a ser de 275 CV. En el caso del xDrive35d, pasa de 286 CV a unos respetables 328 CV. Además, la suspensión se ha rebajado en 30mm.
Estéticamente, recibe reformas destacables pero que no rompen la estética del X6. Llantas de 22 pulgadas, carcasas de los espejos retrovisores realizadas en fibra de carbono y emblemas Hartge en la carrocería.
Vía: WCF