BMW ha presentado un pequeño lavado de cara para el Z4, su roadster de techo rígido que estrena algunas novedades, principalmente en el apartado mecánico aunque también se dan pequeñas pinceladas en el apartado estético, si bien aquellos que no conozcan muy bien el modelo no sabrán reconocer los cambios estéticos a simple vista.
Empecemos por los cambios estéticos: se incorporan nuevos diseños de llantas de 17 y 19 pulgadas al catálogo, además la carta de colores recibe tres nuevas incorporaciones, la posibilidad de elegir el techo de color negro o plata (para producir un mayor contraste en la carrocería), faros delanteros con luz diurna LED, además de pilotos traseros renovados y paragolpes delantero con pequeños cambios. Su interior también recibe algunos cambios menores, como la nueva tapicería en cuero que mezcla el negro y naranja, que se extiende a paneles de puerta y parte inferior del salpicadero, además de nuevos plásticos para algunos elementos del salpicadero. Añadir además que ahora todos los Z4 equiparán de serie la pantalla abatible de 7″ y el iDrive.
Pero sin duda la gran novedad llega en el aspecto mecánico con la introducción de un nuevo propulsor, el sDrive 18i, que será el más accesible de la gama y permitirá rebajar el precio base del Z4. Este propulsor es un dos litros de 156 CV, el mismo que se emplea en otros modelos como el Serie 1 donde entrega 143 CV y toma como base el sDrive 20i.
Cuenta con un par máximo de 240 Nm entre las 1.250 y las 4.400 rpm, tiene cuatro cilindros y es sobrealimentado con inyección directa. Estará disponible con el cambio manual de seis velocidades o con la nueva caja automática de ocho velocidades Steptronic (es decir, convertidor de par) introducida recientemente por la firma bávara. Según su ficha técnica, el Z4 es capaz de realizar el 0-100 Km/h con este propulsor en 7,9 segundos, y alcanzar una velocidad máxima de 221 Km/h. Por su parte, las emisiones de CO2 se sitúan en los 159 g/km con un consumo medio homologado de 6,8l/100 km.
BMW Z4 2013