No es la primera ocasión en la que un fabricante lanza algún vehículo destinado únicamente para circuito (sin homologación para circular por la vía pública) y algún atrevido propietario se lanza a la costosa aventura de tratar de homologarlo para poder circular con él por la calle. En este caso, Brabham Automotive ha anunciado que debido al interés para que su modelo BT62 cuente con una versión matriculable, se han puesto manos a la obra para poder complacerlos.
En principio, esto no se aplicará a unidades que se pidan a fábrica, sino que será un kit que los propietarios podrán adquirir con el fabricante a un precio de algo más de 160.000 euros y que una vez instalado en países como Reino Unido o Australia y siempre de acuerdo a su legislación, podrán matricularse para su uso por la calle.
¿Y qué es lo que cambia este kit para permitir su matriculación? Se instalan bloqueos en las puertas e inmovilizador antirrobo, se amplía el radio de giro de la dirección, se instala un sistema de aire acondicionado, se eleva unos milímetros la altura en ambos ejes además de contar con mayor amortiguación gracias a un nuevo sistema de suspensión. También, el interior recibe más tapicería que tape zonas «descubiertas».
Afortunadamente, el motor de esta bestia parda no recibe modificaciones, manteniendo por tanto los 710 CV y 667 NM de su V8 atmosférico de 5.4 litros.
¿Qué sentido tiene un coche así para la vía pública si difícilmente se le va a sacar partido? No mucho, salvo que esto permitirá que los propietarios puedan ir directamente con ellos a los circuitos sin necesidad de tener un remolque o camión específico para transportarlo (con los permisos pertinentes, además).
