Sobre la espalda del preparador Brabus, pesa la losa de una amplia experiencia en modelos de la marca, que se extiende más allá de los 35 años. Y una experiencia tan dilatada en una marca concreta te hace conocer en profundidad su gama de modelos para poder ofrecer un servicio mejor a la hora de poner un Mercedes en sus manos.
Ahora, con motivo del Salón ‘Techno Classica’ en Essen (Alemania), desde Brabus quieren potenciar su departamento ‘Classic’ enfocado a la restauración de modelos y es por ello que se podrán ver allí algunos modelos como un 560 SL (R107), un chasis de 300 SL alas de gaviota, un 280 SL además de otros modelos de la serie W111 o W113 restaurados. Y es que, los modelos de la firma alemana cuentan con una predisposición genial para ello: debido a la longevidad de la marca y a los muchos modelos que han tenido a lo largo de su historia, existen muchos modelos clásicos de ella rodando, pero lo más interesante de todo es el soporte en forma de fabricación de recambios que continúa ofreciendo Mercedes, a fin de poder seguir comprando repuestos nuevos sin tener que buscar por el mundo entero el recambio en cuestión.
Por tanto, tenemos un cóctel muy interesante: por una parte, una completa predisposición del fabricante matriz en la fabricación de repuestos para sus modelos clásicos, y por otro lado, a un preparador con una amplia experiencia que ofrece también restauración personalizada de modelos.
Un servicio apto sólo para bolsillos generosos
Es por ello que ofrecen un amplio servicio de restauración en el que pretenden dejártelo como recién salido de fábrica. Ellos aseguran que lo desmontan por completo, hasta el último tornillo y tuerca hasta dejar el chasis pelado, y todos los componentes desmontados se etiquetan y revisan para determinar los que serán reemplazados o reacondicionados. Esto abarca también al apartado mecánico, ya que desmontan por completo el motor para reconstruirlo, así como otros elementos tales como la caja de cambios, los palieres o el diferencial, asegurando que todo vaya a estar en perfecto funcionamiento.
No dejan de lado tampoco otros elementos como los frenos y suspensión, donde prestan especial atención a fin de poder hacer el coche igual de seguro que cuando salió de fábrica. Y por último, la parte más vistosa, el habitáculo, también se reacondiciona, retapizando todos aquellos elementos que lo requieran y reemplazando o restaurando todos los plásticos o molduras en los que el tiempo haya hecho mella.
Naturalmente, es un proceso costoso tanto por el coste de las piezas como de las muchas horas que requiere un proceso de restaurado minucioso.