Resulta difícil resistirse a la magia de BRABUS. Ya no sólo por la calidad de sus trabajos, sino porque generalmente suelen lograr un resultado muy equilibrado y en el que además se llevan a cabo modificaciones sobre diversas áreas y no sólo sobre una de ellas. El último trabajo del preparador con sede en Bottrop toma como base el Mercedes-AMG GT 63 S Coupé.
Este modelo, que de fábrica extra 639 CV del V8 de 4 litros con doble sobrealimentación es catapultado a un nuevo nivel, disponiendo ahora de 800 CV y 1.000Nm de par máximo. El resultado es que ahora tan sólo requiere de 2,9 segundos para situarse a 100 km/h, mejorando la cifra del modelo de serie, mientras que la velocidad máxima de 315 km/h se mantiene inalterada debido a que cuenta con un limitador electrónico.
Para lograr este aumento de potencia se han reemplazado los dos turbocompresores de serie por otros específicos, además de una reprogramación de la centralita que sea capaz de gestionar esta nueva configuración y aumentar el soplado de ambos.
Estéticamente, además de reducir su altura respecto al suelo en 25 mm, la fibra de carbono aterriza de manera masiva en su kit de carrocería (que no tiene únicamente una finalidad estética, sino también funcional, mejorando la aerodinámica). La fibra de carbono es visible en elementos como el nuevo spoiler frontal y las nuevas entradas de aire, así como en el difusor trasero y las nuevas colas de escape con los tramos finales realizados en titanio.
Además, las llantas se reemplazan por un juego de 21 pulgadas en el eje delantero y 22 en el trasero que cuentan con un diseño de 10 radios novedoso dentro del catálogo de llantas al que nos acostumbra el preparador.
En su interior, el límite lo pone tu presupuesto. En la unidad de demostración han opotado por una combinación entre cuero perforado con costuras blancas a contraste y Alcantara, además de contar con un pedalier en aluminio.
