De por sí, el McLaren 720S debutó como más que un sucesor de la firma Super Series de los chicos de Woking. Desde el primer momento, el actual superdeportivo por excelencia de McLaren marcó las distancias con el 650S, y aunque de por sí las cifras que ofrece en papel son brutales -710 caballos-, al rodar sobre el dyno las cifras que ha arrojado son realmente bestiales.
En pocas palabras, el McLaren 720S ha otorgado en una prueba en banco una potencia neta de casi 700 caballos, esto representa una pérdida inferior al cuatro por cierto. Para que nos hagamos una idea, el 675 LongTail rodó en el dyno con 582 caballos. ¿Qué quiere decir esto? Más allá de las cifras que ha puesto McLaren sobre la mesa en especificaciones oficiales, lo cierto es que el McLaren 720S podría estar realmente en un abanico de potencia muy superior: entre 780 y 850 caballos.
Con estas cifras sobre la mesa, parece obvio que los chicos de Woking buscan dar un paso al frente y situar al McLaren 720S como líder en el segmento, como un rival realmente difícil de batir frente a otros como el Porsche 911 GT2 RS o el Ferrari 488 GTB. A grandes rasgos, el punto de partida del 720S es muy superior al del 650S, que en su momento recibió tanto una versión de menor potencia, como una versión más radical y potente. Hablando del futuro, parece claro que el 720S recibirá una variante LongTail que exprima al máximo las capacidades dinámicas del británico, y de ser así, el abanico de mejora es muy, muy amplio.
Mirando hacia el futuro cercano, cabe destacar el interés de McLaren en llevar al mercado un sucesor directo del F1, inspirado en este último y tomando como punto de partida el chasis del 720S y con una potencia neta cercana a los mil caballos, junto con un peso neto inferior y la decisión de no utilizar ningún tipo de configuración de modelo híbrido.