A la hora de diseñar un coche, hay muchos factores que hay que tener en cuenta y que muchos de ellos, a su vez, son vasos comunicantes: protección a peatones, aerodinámica, aspecto, identidad de la marca, capacidad de refrigeración del motor… pero sobre todo esto, si va a ser un modelo de carácter global, hay que tener también en consideración las normativas en materia de seguridad que se aplica en cada marco (europeo, norteamericano, entre otros).
Durante estas últimas décadas, hemos podido ver cómo en modelos de carácter global, la versión destinada al mercado norteamericano en algunos casos se ha visto afeada con algunos aditamientos ortopédicos para cumplir la legislación vigente, algo que se extiende a nuestros días y que no entiende del tipo de coche o categoría a la que pertenezca: hasta un modelo tan excéntrico, de tirada tan limitada y lujoso como el Bugatti Chiron tiene que sucumbir a las exigencias.
Por ello, en Bugatti han tenido que modificar el paragolpes trasero, pero en lugar de rediseñarlo desde 0 y hacer uno capaz de cumplir la normativa, lo que han hecho en su lugar es instalar dos protuberancias en el mismo que van en una única pieza que a su vez es la que lleva la matrícula, para que así en caso de un impacto por alcance trasero a baja velocidad, los pilotos y sistema de escape se mantengan intactos.
Parece, por tanto, bastante fácil de quitar dicha pieza una vez adquirida dicha unidad, algo que le agradará saber a los propietarios norteamericanos.
Vía: Roadandtrack
¿Y por que no adaptan esa normativa en Europa?
Recuerdo lo de la tercera luz de freno que partió de Los Estados Unidos.
Le puse una a mi coche y me la hicieron quitar, ¿serán torpes?
Ahora pasa con lo de las cámaras traseras que ya son obligatorias en ese país, pero no para aparcar precisamente, como leí en un artículo vuestro.
En los centros comerciales se aparca en batería y de cabeza y el objetivo de esa cámara es ver quien se acerca con en carro de la compra, principalmente y lademás de los vehículos que se acercan.