El Bugatti Chiron ha copado la marca franco-italiana como el súmmum de la firma, el paso más exigente que podían dar y que durante estos últimos meses, se ha complementado con el one-off de «La Voiture Noire» (en pantalla) y del Divo, ambos partiendo del mismo chasis del Chiron y simplemente mejorando lo que ya de por sí parecía inmejorable.
Mirando hacia adelante, no es la primera vez que se habla de un segundo modelo en las filas de Bugatti, una ampliación vital para la marca teniendo en cuenta que hasta ahora, Bugatti se ha caracterizado por ser marca de un único modelo. Esto cambiará en los próximos años y mientras que se ponen de acuerdo en la directiva para resolver si será un coupé, una berlina u otro tipo de modelo, salta al aire la posibilidad de que este modelo sea eléctrico. ¡Y va en serio!
Desde Bugatti ven un modelo eléctrico como un reto apasionante que puede que sí tenga cabida una vez que los principales fabricantes de automóvil tengan las tecnologías de baterías y similares lo suficientemente avanzadas como para permitir unas cifras de autonomía muy importantes aún por encima de ofrecer cifras y prestaciones de auténtico superdeportivo. Esta idea pasa, con casi total seguridad, por el uso de baterías en estado sólido. Esta, y no otra, es la clave para que veamos un Bugatti eléctrico.
Marcas como Tesla ya están apostando por este tipo de baterías, aunque aún quedan años de desarrollo para que las veamos al mismo nivel que las de litio-ión. No parece que haya alternativa: se necesita un rendimiento explosivo, prolongado, y que permita además una carga rápida. Por ello, pensar en un Bugatti eléctrico para mediados de la próxima década, es apostar por el caballo ganador.