La segunda generación del Cadillac CTS-V es todo un portento, y es que desde el año pasado quedó bien claro que General Motors ha querido ir a por todas con el cuatro puertas por excelencia de la marca, y lo cierto es que de cara a sus rivales, no tiene prácticamente nada que envidiar… quizás son los principales competidores alemanes los que tienen que envidiar al americano, ¡y no es para menos!
Con un bloque motor V8 de 6.2 litros de cilindrada, el CTS-V de cuatro puertas desarolla una potencia neta de 640 caballos y unos impresionantes 855 nm de par motor. Estas cifras, en combinación con un chasis de semi-competición y equipado con frenos de alto rendimiento y una suspensión totalmente nueva respecto al CTS estándar, son suficientes para que el CTS-V acelere de 0 a 100 kilómetros por hora en 3.7 segundos y la velocidad punta se sitúe en 322 km/h. Dichas cifras pasan por alto a sus rivales más cercanos: Audi RS6, BMW M5, Mercedes-AMG E 63… y como tal, no es de extrañar que en Estados Unidos, país natal, se hayan vendido todas las unidades en un abrir y cerrar de ojos.
Larga vida por delante
General Motors ha confirmado que la producción total anual prevista para el CTS-V -en torno a las 2.000 unidades- ya se han vendido íntegramente en el primer cuatrimestre del año, un éxito rotundo para la marca norteamericana y que obviamente supera con creces las expectativas iniciales que tenían en el gigante norteamericano respecto a este modelo. Visto así, de cara al 2017, fecha más próxima en la que se podrá volver a adquirir una unidad, la producción aumentará hasta casi las 3.000 unidades anuales.
