En el mercado desde hace ya prácticamente cuatro años, la novena generación del Mercedes Clase S (que se dice pronto) se antoja ya a una renovación de medio ciclo que está más que justificada. Y es que con el nuevo Audi A8 a la vuelta de la esquina y el BMW Serie 7 en el mercado desde hace mucho menos tiempo, desde la marca de la estrella apuntan ya a comercializar muy pronto una renovación parcial con la que actualizarán lo justo y necesario, para mantener un Clase S que está teniendo unas rachas de ventas espectaculares.
Los cambios a simple vista no serán realmente apreciales, pero sí notables a la vista para los más detallistas. Los faros delanteros recibirán modificaciones internas y un cambio en su diseño, pero el hueco en el chasis seguirá siendo el mismo. Las defensas tanto delantera como trasera también serán modificadas, incluso en las variantes AMG Performance. Yendo más allá, veremos inclusión de tecnología derivada del nuevo Clase E, como el uso de zonas sensibles al tacto en el volante, uno de los avances más modernos que vimos en el Clase E durante su debut en el último cuatrimestre del pasado año. Sin embargo, el mayor cambio, o más bien evolución, es un paso hacia adelante que no veíamos desde la generación W140…
…y se trata del uso por primera vez en décadas, de un motor de 6 cilindros en línea turboalimentado. Un paso hacia adelante apasionante que rompe con la tendencia de los motores V6 de las últimas generaciones del Clase S. ¿La causa? Más eficiencia, optimización, y un guiño al uso de este motor en muchos más modelos de Mercedes-Benz.
El «nuevo» Mercedes Clase S debutará en el Salón del Automóvil de Shanghái, durante este mes de abril. Las ventas en Europa comenzarán previsiblemente después de verano, coincidiendo con el debut europeo en Fráncfort.
