El que hasta la fecha ha sido una de las figuras más relevantes de la industria automovilística, Carlos Ghosn, capaz de haber logrado salvar a Nissan de la quiebra, ha sido arrestado hoy en Japón. ¿El motivo? Una presunta malversación tras una investigación interna de la marca, en la que podría haber llegado a evadir hasta 38 millones de euros desde hace varios años.
Por lo visto, Ghosn habría estado durante años ocultando parte de su salario a fin de no pagar impuestos, además de desviar fondos de la empresa con fines personales. Es por ello que está previsto que el próximo Jueves sea destituido de su cargo por parte de la junta directiva, junto con Greg Kelly, uno de sus colaboradores más cercanos y que también estaría envuelto en el escándalo.
Las consecuencias en bolsa no han tardado en hacerse notar, y aunque estamos todavía a la espera de la rueda de prensa que ofrecerá Nissan para poner más información sobre la mesa, Renault ha sufrido una caída en bolsa del 8,4%, con uno de los niveles de cotización más bajos de los últimos años. También las acciones de Nissan se han resentido en varios mercados internacionales.
Recordemos, además, que Francia posee un 15% del accionariado de Renault, por lo que ha sido el propio presidente de Francia, Emmanuel Macron, quien ha anunciado que estarán muy pendientes de cómo evoluciona este asunto para preservar la estabilidad de la alianza y el grupo automovilístico.
Ahora nos queda la duda de quién será el encargado de tomar la dirección del grupo, aunque no deberían haber grandes vuelcos en la estrategia de expansión ya marcada que tan bien le está funcionando. Ghosn tomó el cargo de CEO de Nissan en 2001 y una vez logró conseguir su objetivo, fue nombrado en Mayo de 2005 presidente y CEO de Renault, para finalmente, liderar la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi.
