A partir del próximo día 1 de Abril, Carlos Ghosn dejará su puesto de consejero delegado (CEO) en Nissan, si bien, esto no implica deligarse por completo. Este puesto pasará a estar ocupado por Hiroto Saikawa, quien hasta la fecha era Co-CEO en Nissan y que lleva en la compañía desde el año 1977, ostentando cargos ejecutivos desde el año 1999, siendo además presidente de la Asociación de Fabricantes de Vehículos de Japón (JAMA) y entre los años 2006-2016 era parte del consejo de administración de Renault.
Carlos Ghosn, por su parte, continuará siendo presidente de Nissan, y asegura que confía plenamente en Saikawa para sucederle, ya que le ha estado preparando para ello durante años. Niega, que en cualquier caso, se deba a una crisis interna esta decisión, sino que atiende al hecho de tener que delegar algunas de sus funciones y es por eso que continuará guiando y supervisando a Nissan tanto como compañía independiente así como dentro de la alianza.
Con este cambio, Ghosn busca de esta forma poder impulsar mejor la evolución de la alianza ahora conformada por Renault-Nissan-Mitsubishi, ya que hasta la fecha acumulaba muchas responsabilidades entre las tres grandes compañías, impidiendo de esta forma centrarse en la toma de ciertas decisiones. En su lomo, cuenta con el honor de haber logrado a Nissan de la bancarrota tras entrar en ella en 1999 como jefe de operaciones, estableciendo una política de recorte de costes bastante agresiva. También ha pasado por empresas como Renault o Michelin con anterioridad que le han permitido forjarse el despuntante currículum con el que cuenta a día de hoy.
El camino que le espera con Mitsubishi no es trivial: de la misma forma que el escándalo de datos de emisiones y consumo en los minivehículos de Mitsubishi les permitió hacerse con una participación del 34% de la compañía y el control de la misma, ahora toca trabajar duro para culminar su integración dentro de la alianza y sanear su maltrecha situación económica tras este escándalo.
