CATL vuelve a dar un puñetazo sobre la mesa con su batería económica de sodio con 500 km de autonomía… que llegará a finales de año

Puede que el nombre de CATL no te resulte familiar si no sigues de cerca el mundo del coche eléctrico, pero estamos hablando del principal fabricante de baterías a nivel mundial. Gigantes de la industria automovilística como Tesla, Mercedes-Benz, BMW o Volkswagen confían en sus productos para dar vida a sus modelos eléctricos. Ahora, este coloso chino de la tecnología de baterías quiere ir un paso más allá, poniendo el foco en las baterías de iones de sodio, una tecnología que presentó tímidamente en 2021 y que ahora se prepara para impulsar a gran escala bajo una nueva marca: Naxtra.

El gran atractivo del sodio reside en su abundancia y menor coste potencial comparado con el litio, el níquel o el cobalto, materiales clave en muchas baterías actuales. Esta alternativa permite reducir la dependencia de recursos más escasos y costosos, sentando las bases para nuevas tecnologías energéticas más sostenibles y accesibles. Aunque CATL no ha revelado el coste exacto, se espera que las baterías de iones de sodio ofrezcan una ventaja económica conforme se escale su producción, potencialmente llegando a ser un 30% más baratas que las LFP para 2027, que ya de por sí son mucho más económicas que las NCM.

La versión de Naxtra destinada a turismos alcanza una densidad energética de 175 Wh/kg, la cifra más alta registrada para baterías de sodio producidas en masa y muy cercana a las populares baterías LFP (litio-ferrofosfato) que dominan el mercado chino. Esta densidad se traduce en una autonomía prometedora de hasta 500 kilómetros con una sola carga.

CATL vuelve a dar un puñetazo sobre la mesa con su batería económica de sodio con 500 km de autonomía... que llegará a finales de año

Además, su durabilidad es notable, con capacidad para superar los 10.000 ciclos de carga, lo que augura una reducción significativa en los costes de mantenimiento a largo plazo.
Pero donde Naxtra realmente marca la diferencia es en la seguridad y el rendimiento en condiciones extremas. CATL asegura haber pasado de una protección pasiva a una «seguridad intrínseca», eliminando materiales propensos a la combustión y aprovechando la química inherentemente más estable del sodio, que reduce los riesgos de incendio. Sorprendentemente, estas baterías pueden operar en un rango de temperaturas de -40 °C a +70 °C, conservando el 90% de su capacidad útil incluso a -40 °C, un rendimiento impensable para muchas baterías de litio y crucial para la viabilidad de los coches eléctricos en climas fríos.

Junto a la batería para coches de pasajeros, CATL ha desarrollado una versión Naxtra de 24V con sistema Start-Stop integrado, pensada para camiones pesados. Esta variante reemplaza a las tradicionales baterías de plomo-ácido, ofreciendo una vida útil superior a ocho años, un coste de ciclo de vida un 61% inferior y la capacidad de arrancar el vehículo incluso a -40°C o después de un año de inactividad. La producción en masa de estas innovadoras baterías es inminente: la versión para camiones comenzará en junio de 2025 y la de turismos en diciembre de 2025. Con esta apuesta, CATL no solo busca diversificar su oferta, sino que aspira a que el sodio reemplace hasta la mitad del mercado LFP actual y consolida su expansión internacional, que incluye planes para una nueva fábrica en España en colaboración con Stellantis para producir baterías LFP.

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