El Chevrolet Corvette es el icono por excelencia de General Motors, aquel que durante décadas ha mantenido en lo más alto la imagen del gigante norteamericano en cuanto a deportivos y que durante todo este tiempo, ha ido modificándose y evolucionándose llegando a un punto en el que, de una manera u otra, tocará renovarse… o morir.
Porque con el Camaro copando las necesidades de GM y Chevrolet de tener un coupé de dos puertas y altas capacidades dinámicas, es hora de que el Corvette de un salto hacia adelante y cumpla con lo necesario para estar a la altura de sus principales competidores, como el Audi R8, el Lamborghini Huracán, el Nissan GT-R… y para llevar a cabo esta tarea, y poder incluso superarlos, es imperioso pasar por el aro del cambio de configuración de motor. Y es aquí, donde las dudas sobre la configuración de motor central-trasero o central-delantero se disipan. Porque el próximo Chevrolet Corvette contará con motor central.
Lo veremos antes de que finalice la década
Chevrolet posicionará el nuevo Corvette muy posiblemente en el 2019 como muy tarde, cerrando la producción del actual modelo poco después incluyendo quizás una variante exclusiva de muy altas prestaciones. El ‘Vette C8 que sustituirá al Stingray con el paso de los años mantendrá un aspecto y una imagen similar pero con los cambios más imperiosos que serán obligados a llevarse a cabo por el mero hecho del cambio de chasis. Como apunte interesante, el Stingray y el C8 podrían convivir de manera conjunta durante un tiempo limitado, aunque el pase definitivo de un modelo a otro no será más tarde del 2020.