Está muy claro que algo está cambiando en los Estados Unidos: Ya no se llevan esos gigantescos monstruos con motores tan grandes como nuestra cama y consumos de otra galaxia, no, ahora la gente se está dando cuenta de que es tiempo de ahorrar combustible, pasando a vehículos más pequeños, motores más pequeños o híbridos, como es el caso de Chrysler.
¿Cómo hacer, para no perder los grandes SUVs con toda esa potencia, pero al mismo tiempo, bajar lo máximo posible los consumos? Muy fácil, monta los HEMI-V8 de siempre, pero le añades un toque híbrido; es ésta la tónica mágica de Chrysler para tener lo mejor de los dos mundos: Potencia y eficacia.
Los datos de los híbridos son bastante interesantes: Aumento del límite de kilometraje en un 25%, con un aumento de eficacia en consumo urbano del 40%. Diseñado entre Generals Motors y BMW, esta generación se presenta como el futuro inmediato.
Si esto es un éxito -no lo dudamos-, nos surgen varias preguntas: ¿Pasará esta nueva tecnología a modelos como el Chrysler 300C? ¿Se trasladará la tecnología híbrida a los turismos americanos?
Por ahora, los modelos elegidos han sido el Dodge Durango y el Chrysler Aspen; vamos por buen camino, sin duda…
Vía: Motor Authority