Citroën ha reestructurado la gama del C5 a fin de mejorar su dotación y hacerlo más atractivo frente a sus rivales. Para ello, juega con la baza del precio de arranque y equipamiento para lograrlo, manteniendo además de las características innatas al modelo como es su confort y comodidad.
Ahora la gama está estructurada en los siguientes acabados: Feel, Feel Edition y Shine, manteniendo las dos carrocerías existentes que son berlina y Tourer (familiar). Y ya desde el nivel de acabado Feel que es el más económico, elementos como sensor de presión de neumáticos, sensor de luz, retrovisores exteriores abatibles electrónicamente, regulador y limitador de velocidad, control de tracción inteligente y faros halógenos con iluminación en curva forman parte de él.
Escalando a la siguiente posición, el Feel Edition suma Connecting box con Bluetooth, USB y toma auxiliar de audio, navegador con pantalla tácil de 7 pulgadas, llantas de aleación de 17 pulgadas, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, siendo el más equilibrado, porque con el motor BlueHDI 150 S&S sale por 22.550 euros con el descuento promocional de la marca y el Plan PIVE.
Finalmente, el acabado Shine se mantiene intacto y sigue estando disponible con los motores BlueHDi 150 S&S 6v y BlueHDi 180 S&S EAT6.
El C5 es una opción veterana -aunque probada- dentro del segmento, cuyo principal atractivo al igual que sucede con el Opel Insignia es que nos encontramos una dotación bastante completa a un precio muy interesante frente a otros de sus rivales de llegada más reciente que parten de un precio más