De la misma forma que cada poco tiempo, el modelo encargado de ostentar el trono de ‘coche más rápido del mundo’ es destronado, también sucede lo mismo con el coche cámara más rápido del mundo. Porque sí, es también un puesto honorífico que no es capaz de poder alcanzar cualquier coche convencional.
Pese a lo que pueda sugerir la imagen, la adaptación del vehículo para poder habilitar un espacio en el que poder instalar la cámara ha sido muy compleja, necesitando de varios meses por parte de la empresa para su desarrollo e implementación en el maletero del deportivo italiano (por lo que se ha tenido que retirar el panel que lo cubre). Porque lo complicado no es únicamente su instalación y acondicionamiento, sino que sea segura y estable a altas velocidades, que es lo realmente complicado.
La cámara protagonista, por cierto, es una Red Epic 8K con gimbal (estabilizador) Gyro Stabilized Systems que permitirá capturar imágenes espectaculares persiguiendo a deportivos de toda índole a pocos centímetros del suelo, ya que con su V10 atmosférico de 5.2 litros y 610 CV de potencia controlado por una caja de cambios secuencial de siete relaciones y tracción total es un garante de que no habrá escena que se le escape.