¿Qué es un coche «zombie» y por qué están en el punto de mira de la Dirección General de Tráfico? Un coche zombie nace de la baja temporal que se aplica a un vehículo del que no está previsto usarlo durante una larga temporada, quedando por tanto exento de la ITV, impuestos de circulación y seguro. Llevarlo a cabo es muy sencillo, tan sólo hay que rellenar un documento por parte de una persona autorizada por el propietario o por parte del propietario y pagar una tasa de 8,40 euros.
Hasta ahí todo correcto, ¿verdad? Bien, el problema viene porque se ha disparado el número de bajas temporales estos últimos años. Anualmente, 700.000 vehículos solicitan una baja, y la mitad son temporales. Sin embargo y para ponerlo en perspectiva, en el año 2004 tan sólo el 5% de las bajas eran temporales, mientras que en la actualidad ya son el 45%, de ahí que la DGT haya incrementado sus sospechas.
El problema añadido con muchos de estos vehículos es que se pierden para siempre tras la solicitud de dicha baja, no sabiendo qué sucede con ellos a posteriori, ya que desaparecen. La DGT cree que muchos de estos vehículos son exportados a otros países donde vuelven a circular o en su lugar son despiezados y vendidos por piezas de forma ilegal, en lugar de llevar a cabo la descontaminación llevada a cabo por un Centro Autorizado de Tratamiento y que en este caso sí que llevan a cabo la baja definitiva -e irrevocable- del vehículo.
¿Qué piensa hacer la DGT al respecto de la situación? Por el momento, a partir de Octubre la DGT se pondrá en contacto con los propietarios de vehículos en dicha situación para advertirles al respecto e instarles a que sean descontaminados.