Tras varios meses de dedicación, finalmente, General Motors ha logrado devolver por completo a la vida al Corvette número un millón del año 1992, que como recordarás, un socavón en el museo donde se albergaba se lo llevó por delante junto con otros muchos modelos allí expuestos.
Esta unidad, sin embargo, fue una de las pocas que se decidió ser restaurada, una labor titánica, puesto que presentaba daños bastante serios, y naturalmente, al estar expuesta en un museo, lo que se espera es que su estado sea de concurso.
Así que, un total de 30 empleados de la marca han necesitado invertir un total de 1.200 horas de mano de obra para devolverlo a todo su esplendor. Para su reparación, se han servido de otro Corvette del mismo año pintado en el mismo blanco, con el fin de mantener todo lo más original posible. Se han tenido que reemplazar paneles como el fontral del vehículo, el capó además de muchos otros componentes auxiliares que quedaron dañados del derrumbe que han sido extraídos de la unidad anteriormente citada. Toda la labor se ha desempeñado en el Centro de Diseño de General Motors en el Centro Técnico de Warren, Michigan.
Dado que muchos de los componentes iban firmados por el equipo que lo fabricó originalmente, se han tenido que rescatar dichas de los paneles dañados, si bien, dos de las firmas no se han podido recuperar, así que lo que han hecho ha sido escanearlas y reproducirlas para estamparlas sobre las partes que se le han instalado para su reparación. Una de las firmas estaba gravemente dañada incluso hasta para ser escaneada, así que se ha tenido que localizar al empleado que la firmó en su día para que nuevamente vuelva a poner su firma sobre dicho componente.
Que preciosidad