A medida que los Tesla Model S cada vez van atesorando más años y la red de supercargadores se extiende, es cada vez más habitual ver unidades que atesoran varios cientos de miles de kilómetros. Hoy nos hemos topado con una que ha recorrido nada más que 650.000 kilómetros en tres años, y la curiosidad nos pica, ¿con qué mantenimiento y averías ha tenido que lidiar a lo largo de este tiempo?
Tesloop es una compañía cuya flota se compone únicamente de vehículos de Tesla (actualmente, 10 de ellos), y esta unidad en concreto (Model S 90D) ha sido empleada durante tres años para recorrer la ciudad de Los Ángeles y Las Vegas como shuttle y taxi.
Tan sólo necesito 1 año desde que se adquirió en el año 2015 para que su odómetro, ya en verano de 2016, marcara 320.000 kilómetros. A los 58.586 kilómetros se le reemplazó el motor delantero (esta versión cuenta con tracción total), ya que Tesla les notificó por los logs que estaba enviando el vehículo que estaba funcionando a baja potencia (por lo que ellos realmente no percataron ninguna pérdida de potencia como tal), por lo que se reemplazó en garantía.
La siguiente avería fue a los 312.594 kilómetros, donde se tuvo que reemplazar la batería por un problema de software que a día de hoy no se produciría debido a las versiones de software mucho más evolucionadas que realizan un análisis y monitoreo de la batería más exhaustivo para evitar precisamente llegar a esa situación.
De acuerdo a Tesla, en coches con un elevado kilometraje, el software es consciente de ello y se compensa el estado de la batería, no haciéndose correctamente en este caso. Y pese a ello, tan sólo se redujo la vida útil un 6%, aún cargando el coche al 100% a diario con Supercharger, por lo que lo recomendable es espaciar las cargas rápidas de la batería, intercalando entre ellas cargas lentas. Aún a pesar de ello, Tesla reemplazó la batería en garantía.
Finalmente, a los 521.498 kilómetros, la batería se tuvo que volver a reemplazar al haberse degradado un 22% de su capacidad, también realizada sin coste para la compañía.
En total, su mantenimiento y gasto fue de aproximadamente 16.000 euros, siendo muy inferiores a los de por ejemplo un Lincoln Town Car que hubieran ascendido a 75.000 euros o un Mercedes GLS que costarían en torno a los 85.000 euros. Ahora bien: esto tiene truco, puesto que la red de Supercharger es gratuita para el Model S de ese año, de lo contrario, se hubiera duplicado su coste de mantenimiento, siendo en cualquier caso muy inferior al del Lincoln que es el más cercano.
La compañía ha puesto a disposición de los interesados una hoja de excel donde figura el mantenimiento detallado.