La popular consola Game Boy no sólo era a comienzos del siglo XXI uno de los dispositivos enfocados al entretenimiento más usados, también, para algunas marcas sirvió como una herramienta de diagnóstico en algunos de sus vehículos.
En concreto, para Peugeot, Aprilia y Suzuki. Todos estos fabricantes usaban la Game Boy como plataforma para diagnosticar sus motos así como para actualizar la ECU de las mismas. Pero… ¿cómo lo hacían?
Estos fabricantes distribuían a sus talleres un paquete que constaba de una Game Boy Color o Game Boy Advance con un cartucho con un cable que salía de él y del que salían a su vez dos cables. Uno de ellos iba conectado a la unidad de control del motor y otro al sistema de frenos.
Una vez conectado todo, tal y como se puede ver en el vídeo, en la propia consola se podían ver numerosos parámetros para diagnóstico, tales como la velocidad del motor, posición del acelerador y temperatura, pudiendo también borrar los códigos de error y hasta leerlos. No sólo eso, sino que además podían probar diversos componentes relacionados con la inyección para probar que funcionasen correctamente.
Orbital fue la empresa que desarrolló estos cartuchos y además ofrecía actualizaciones onlines para mejorar las funcionalidades, así como poder descargar nuevas versiones y cargarlas con un cable conectado al PC.
Hoy por hoy es cada vez más complicado conseguir uno de estos kits de diagnosis, ya que por una parte están los talleres que todavía trabajan con estas marcas de motos, pero por otra parte, están también los coleccionistas de consolas retro que buscan hacerse también con uno. Y es todavía más preocupante, porque no son intercambiables entre modelos, lo cual hace muy complicado (y caro) adquirirlos.
Vía: Motor1
