Desde la extinción del Mazda RX-8, no son pocas las ocasiones en las que hemos fantaseado o incluso desde la propia firma de Hiroshima han alimentado nuestro hype alentándonos a futuros sucesores de los RX. Y ahora, recibimos un jarro de agua fría (¡congelada!) que ha cortado por completo todas nuestra expectativas en lo referente a los sucesores de dichos modelos.
Todo se remonta a una reciente entrevista por parte de Automotive News al CEO de Mazda, Masamichi Kogai, en la que ha declarado su intención de centrar todos sus esfuerzos en la tecnología SkyActiv, así como en la gama actual de modelos (por tanto, no hay previstas nuevas incorporaciones a la gama).
¿El motivo de la decisión? No hay que pensar mucho para extraerlo: el dinero. Cuando hay que optimizar el gasto dentro de una marca, los primeros modelos en sufrir los tijeretazos son aquellos de índole deportiva y nichos de mercado muy limitados, priorizando ante todo los de gran tirada y nichos de mercado mucho más amplios.
Si bien es cierto que este tipo de modelos suelen construir una imagen deportiva de una marca y un halo que de otra manera no les proporcionarían los coches más racionales de su gama ni costosas campañas de marketing, la decisión de Mazda es totalmente congruente a los tiempos que corren, y más aún al no tratarse de un gran grupo automovilístico con el que tengan respaldo detrás y puedan ejecutar la economía a escala comercializando dicho producto entre varias marcas y cambios sustanciales.
¿Veremos un cambio de perspectiva en el futuro con un nuevo CEO? Parece algo difícil, pero nosotros no perdemos la esperanza.
Vía: Autonews
