CUPRA sigue trabajando en ampliar su catálogo, y aunque de momento no lo hace con un modelo de producción, en este caso se trata de un prototipo muy fiel a lo que sería una variante de producción que veremos en el año 2020 en el mercado y que se posicionará por debajo del CUPRA Ateca. Y sabemos que esa variante de producción llegará también al mercado con el mismo nombre que calza el prototipo.
Este modelo llega en un momento muy especial para la marca com es su primer aniversario, por ello han querido salirse un poco de la dinámica seguida hasta la fecha por la marca con un motor híbrido formado por un motor térmico 1.4 TSI de 150 CV y otro eléctrico de 115 CV que dan una potencia conjunta de 245 CV (180 kW). Puede circular en modo 100% eléctrico durante 50 kilómetros, algo que bien le serviría también para la obtención de la etiqueta de cero emisiones de la DGT.
Se apoya en una caja de cambios DSG de doble embrague con un número indeterminado de relaciones, contando también a su vez con el chasis adaptativo DCC, bloqueo de diferencial, dirección adaptativa y diferentes modos de conducción. Con esto, da como resultado un conjunto que dinámicamente resulta muy capaz aún pese a su altura y dimensiones, si bien en es cierto que en este modelo se han sacrificado todavía más sus aptitudes fuera del campo.
En su interior nos encontramos un salpicadero algo anodino, donde elementos como la instrumentación digital con diferentes vistas, la pantalla de 10 pulgadas con diversas opciones de conectividad y el volante de CUPRA con las decoraciones de color cobre le dan algo de vida al conjunto. Aunque sin lugar a dudas, lo que más nos enamora de él son los backets de cuero con la pieza central en carbono.