Después de aparecer en una gasolinera, finalmente los ingenieros ingleses han abierto la veda a las pruebas y esta vez podemos ver al prototipo del Aston Martin Rapide rodando en medio de la nieve, sin ningún tipo de camuflaje y con todos sus encantos al aire.
El hecho de que no tenga ningún tipo de camuflaje es un claro hecho de que sigue estando en desarrollo. Aún queda mucho camino por delante, y por ello no deberíamos abandonar la posibilidad de que su aspecto final sea considerablemente distinto al de este prototipo, especialmente por la zona trasera.
La producción inicial será de entre 1000 y 2000 unidades por año. Será el Aston Martin más exclusivo por detrás del DBS, con diferencia se convertirá en la berlina-coupé más cara de todas, superando ampliamente al BMW Gran Turismo.
Vía: Leftlane