De Tomaso es una de las marcas que tuvo muy buenos tiempos y gozó de gloria. Se movía entre los más grandes del mercado, como Ferrari o Lamborghini, sin embargo, a pesar de semejante categoría, en 2004 se confirmaba las peores noticias para la empresa: la quiebra y la subasta de todos sus bienes. En 2009 el empresario italiano Gian Mario Rossignolo si hizo con el control de marca, trás haber comprado todos sus derechos por una cantidad de 116 millones de euros. Aquello supuso el renacimiento de la marca y ahora, en el Salón de Ginebra podremos ver el primer resultado del retorno en el mercado la marca italiana.
De Tomaso ha tenido deportivos variados, como el Pantera, con un potente motor V8, o como el Mangusta, con un diseño radical, afilado y agresivo. Sin embargo en ésta ocasión el fabricante italiano llega al Salón de Ginebra con algo nuevo: un crossover premium, con un estilo que recuerda al BMW X5 GT. Aún así, no penseis que se trata de un todo terreno porque no lo es. Ellos lo llaman SLC o Sport Luxury Car y el diseño es obra de Pininfarina. De hecho el nuevo modelo se fabricará en las instalaciones de Gruliasco, no demasiado lejos de Turín. De Tomaso vuelve a la vida pisando fuerte y comenzara con un ritmo de 3.000 unidades fabricadas al año.
El chasis del nuevo De Tomaso sera de aluminio y sobre el montarán tres tipos de motores. Uno de ellos será un V8 de 5.0 litros 550 cv. Una segunda opción será un motor V6 de 300 cv y por último un motor turbo-diesel de 6 cilindros que rendirá 250 cv. En cualquiera de las versiones, el coche contará con tracción a las cuatro ruedas. Desde luego, De Tomaso nos sorprende con un cambio, un coche que no es lo que siempre ha fabricado, pero creo que puede ser una buena estratégia. Lo que está claro es que si algo no funciona, hay que cambiar y si con aquellos coches la empresa no ha funcionado, tiene que probar en otros segmentos.
Vía: autocar