La sexta generación del Volskwagen Polo -se dice pronto- ha debutado con la llegada del otoño y con su presencia, Volkswagen confirma la apuesta de ir a mayores dimensiones y un mayor nivel de equipamiento y en general elevar la postura en el mercado tanto del Polo como del Golf. Y es que de una forma u otra, el nuevo Polo se nos asemeja más al Golf de hace unos años, y esto es un dato muy interesante.
El principal punto de interés en este nuevo Volkswagen Polo radica en sus variantes, que serán varias. El Volkswagen T-Cross será la primera de las variantes en llegar y se consolidará como un modelo b-SUV al mismo nivel de equipamiento y competitividad que modelos como el Jeep Renegade, Fiat 500X o Renault Captur. Volkswagen no lo comercializará como Cross Polo -a diferencia del modelo anterior- sino que lo posicionará como un modelo independiente en un mayor esfuerzo para dar mejor y más imagen premium.
Volkswagen presentará el T-Cross durante la próxima primavera, y ojo, porque llegará al mercado antes del verano que viene. La filosofía y gama de motorizaciones será muy similar a la que ofrece el SEAT Arona, de hecho, es posible que Volkswagen opte por utilizar buena parte del chasis y de las piezas del crossover español y usarlas en el T-Cross. No obstante, el diseño se asemejará al del Polo aunque incluirá cambios importantes con el fin de dar una imagen única, que se acercará más a la de otros crossovers de la marca alemana como por ejemplo, el Atlas o el Tiguan.