Desde Nueva Zelanda nos llega la imagen que ves en pantalla donde se puede ver nada menos que un precioso Aston Martin Rapide totalmente destrozado seguramente sin posibilidad alguna de poder ser reparado. Según un diario local de las antípodas al parecer todo este problema se originó básicamente por culpa del propietarios del superdeportivo inglés que conducía su vehículo a alta velocidad bajo los efectos del alcohol.
Al menos y aunque la escena sea bastante grotesca también es cierto que el conductor salió del vehículo sin lesiones de gravedad. Sin lugar a dudas un nuevo ejemplo de por qué, aunque conduzca una berlina de Aston Martin cuyas prestaciones son propias de uno de los superdeportivos más codiciados del planeta, debes tener las cosas muy claras y no dedicarte a demostrar cómo suena y corre tu vehículo ya que te puedes ver envuelto en situaciones como esta.
Destroza su Aston Martin Rapide por conducir bajo los efectos del alcohol
Entrando en detalle comentarte que hablamos de un vehículo que recientemente acaba de ser actualizado a la versión Rapide S, un modelo que la propia Aston Martin anuncia como el modelo de cuatro puertas más potente que jamás han fabricado gracias, sobre todo, a que esta bestia viene equipada con un enorme V12 de 6.0 litros capaz de homologar una potencia máxima de 550 caballos, suficiente para que el modelo que ves en pantalla pueda acelerar de 0 a 100 km/h en 5.1 segundos.
