Los que «calzamos» coches con tracción trasera y lo hacemos de forma habitual, solemos tener algo en común: atracción por el drift o hacer deslizar de forma controlada el coche. Pero no confundamos conceptos, no me refiero a conducir de forma irresponsable.
Los que tienen la suerte de disfrutar de esta práctica de forma más artística y profesional son los que pueden permitirse proponerse nuevos retos y llevar el espectáculo más alla del «simple» deslizamiento de la trasera del coche. Estamos ya bastante acostumbrados a ver vídeos por internet, en la tele, competiciones, etc. Conocemos también competiciones en las que varios coches deslizan de forma controlada e incluso sincronizada sobre el asfalto. Pero, ¿has visto algo parecido combinando una moto con un coche?
En el vídeo a continuación dejo un «duelo» entre un Mazda RX-7 del año 1993, preparado para la modalidad con un motor V8 de un Corvette; y una Kawasaki ZX-10 con el brazo trasero extendido para facilitar los derrapes. Ambos pilotos consiguen hacer verdaderas virguerías con sus máquinas. Las cruzadas y las grabaciones son dignas de disfrutar con la boca abierta.
Sube el volúmen y disfruta.
Vía: diariomotor
Magnifico! Y qué brutalidad de RX-7