Si bien el desarrollo de un vehículo es algo absurdamente caro y lento, los vehículos con propulsión eléctrica, debido a la simplificación de los componentes y a una complejidad considerablemente inferior respecto a los de combustión, sí que había servido para eliminar una de las muchas barreras con las que se podían encontrar fabricantes que trataban de entrar como nuevos jugadores en el tablero.
Es por ello que la empresa británica Dyson se embarcó en el desarrollo de un vehículo 100% eléctrico que ha requerido de más de 250 millones de dólares de inversión y tres años de desarrollo hasta la fecha. Porque el propio fundador de la compañía, Sir James Dyson, en un correo a los empleados de Dyson obtenido por la BBC ha anunciado que cancela el desarrollo dle mismo al considerar que hoy por hoy no es comercialmente viable. En esta importante inversión, el Gobierno Británico también tomó parte, aportando un importe de 19,8 millones de dólares al proyecto.
Las instalaciones donde se estaba llevando a cabo su desarrollo en Reino Unido y Singapur serán clausuradas, y los casi 600 empleados dedicados a él, se reubicarán con otros roles dentro de las compañía, mientras que aquellos que no deseen continuar reubicados, se les ofrecerá todas las facilidades y apoyo para poder abandonar la compañía. Según informa James Dyson en el mail, antes de llegar a tomar esta decisión, se ha tratado de vender a alguna otra compañía el proyecto para que pudiese darle continuidad, sin embargo, no ha sido posible.
Pese a esta decisión, la compañía continuará trabajando en el desarrollo de baterías de estado sólido (como las que se encontraban desarrollando para dicho vehículo) y otras tecnologías que ofrezcan grandes oportunidades de negocio y que permitan abarcar a diversos sectores.