East Coast Defender nos tiene acostumbrados a preparaciones de diversa índole sobre la base del Land Rover Defender, incluyendo el transplante de motor para equipar un V8 (algo que también llegó a hacer Land Rover con una costosa y limitada serie del modelo). Pero ahora han ido más allá.
Como ya sabes, está siendo cada vez más tendencia hacer swaps de motores de combustión a motores eléctricos, especialmente en modelos clásicos. En este caso, East Coast Defender ha optado por transplantar el motor de un Tesla junto con otros muchos cambios para hacerlo mucho más capaz -de lo que ya de por sí es- fuera del asfalto.
Estéticamente, recibe un kit de carrocería firmado por Kahn Design con unas llantas de 20 pulgadas y neumáticos todoterreno. Además, se le ha dotado de una jaula antivuelco exterior con unas escaleras integradas para poder subir fácilmente al techo del mismo.
Su habitáculo recibe unos asientos deportivos tapizados en cuero (cuatro individuales), cinturones de color rojo así como un sistema de infoentretenimiento con altavoces JBL, que le permiten deshacerse un pcoo del aspecto tan rudo que presenta de fábrica.
Y finalmente, vamos con el motor. Como ya te hemos comentado, han montado el motor de un Tesla junto con un paquete de baterías con una capacida dde 100 kWh que le otorgan una autonomía de 354 kilómetros, siendo necesarias cinco horas en una toma trifásica para poder cargar la totalidad del mismo.
