El Audi e-tron está destinado a marcar un antes y un después en la firma de Ingolstadt. No es para menos: es el primer modelo totalmente eléctrico de Audi, aquel que prescinde de cualquier tipo de motor de explosión o combustión interna, y con el que Audi prevé competir frente a frente con Tesla, número uno en modelos eléctricos a escala mundial. Por ello, no es de extrañar que las expectativas sean máximas: Audi necesita todo su potencial en este modelo, y la producción no es como la de cualquier otro proyecto.
La cadena de montaje del Audi e-tron arrancó el pasado 17 de septiembre, y como la de cualquier nuevo modelo eléctrico que se precie, la velocidad de producción es más bien escasa. Sin embargo, desde Audi ponen ya una estimación al número de unidades producidas de cara a final de año: quieren que en cómputo anual se comiencen a fabricar como mínimo 10.000 unidades del e-tron. Es una cifra a priori «escasa», pero que no resulta tal si tenemos en cuenta que la fábrica de Audi en Bruselas que se encarga del modelo, tiene una capacidad de 20.000 unidades anuales que se completarán con la producción del e-tron Sportback. Es decir, Audi comercializará al año una media de 20.000 eléctricos al año.
Realmente el principal problema de las marcas en cuanto a la producción de modelos eléctricos no es la fabricación en sí sino la necesidad de recibir constantemente nuevos suministros, más motores eléctricos que baterías, principalmente. Los motores eléctricos del Audi e-tron son de fabricación externa, y la producción de estos al mes no llegan a 6.000 unidades fabricadas. Cada e-tron necesita dos motores, por lo que a priori la cifra es más que suficiente… por ahora.