Tras el Audi RS3 Sedán, ABT también se ha animado a trasladar todo ese potencial a la versión ‘sin culo’ del RS3: el Audi RS3 Sportback. Y para ello, lo hace también con modificaciones estéticas y mecánicas que hagan el conjunto todavía más atractivo.
Empecemos por el área estética: el RS3 Sportback de ABT se nutre de unas llantas ABT Sport GR de 20 pulgadas, si bien, nos ofrecen un catálogo adicional con modelos de 19 y 20 pulgadas con otros diseños por si las de las imágenes no nos acaban de convencer. Para hacerlas más llamativas y a su vez mejorar su comportamiento, podemos montar una suspensión roscada KW que nos ofrecen ellos.
Esto se complementa con un kit de carrocería que consta de un splitter delantero, calandra específica y difusor trasero de nueva factura con las cuatro salidas de escape integradas (y acabadas en una terminación cromo negro), teniendo todos estos componentes la particularidad de estar realizados en fibra de carbono y que destacan especialmente en contraste con muchos colores de carrocería.
De su habitáculo no han publicado imágenes, si bien, cabe esperar inserciones en fibra de carbono en algunas áreas así como nuevos tipos de tapizado más allá de lo que ofrece el fabricante sin recurrir a su departamento de personalización.
Finalmente, lo más importante de todo el conjunto: el corazón de la bestia. El laureado motor de 2.5 litros TFSI de cinco cilindros se eleva hasta los 500 CV y 570 Nm, lo que se traduce en un aumento de nada menos que 100 CV de potencia y 90 Nm de par respecto al modelo en su configuración de serie. Se mantiene, claro está, la tracción total quattro y la caja de cambios S Tronic de doble embrague. ¿El resultado? 0-100 km/h en 3,7 segundos y una velocidad máxima de 300 km/h.
Este aumento de potencia ha sido posible gracias a una electrónica de la ECU específica, un intercooler de mayor capacidad así como un sistema de escape menos restrictivo.