Finalmente, el barco Felicity Ace que se había incendiado y del que llevábamos algunos días pendientes por contar con casi 4.000 vehículos a bordo -muchos de ellos de lujo- se ha hundido. En concreto, lo ha hecho cerca de las Islas Azores.
De hecho, la empresa holandesa SMIT Salvage envió algunos barcos remolcadores a fin de poder llevar el barco a puerto y proceder a su rescate, sin embargo, el mal estado del barco y el estado de la mar hicieron que se inclinase a estribor y finalmente se hundiese. En el área que se ha hundido, la profundidad oscila los 3.000 metros, según ha confirmado la Armada Portuguesa. De hecho, hace algunos días, los propietarios del buque que es la empresa de transporte Mitsui O.S.K. Lines (MOL) anunció que el barco estaba estable y que estaba siendo transportado a una zona segura de las Azores, por lo que esta noticia ha sido un jarro de agua fría.
Todavía se desconocen las causas exactas del incendio (y no sabemos si ahora que el barco se ha hundido se llegarán a conocer algún día), sin embargo, el hecho de que habían varios coches eléctricos a bordo con baterías de iones de litio, complicaron mucho su extinción. Y según apuntan desde The Wall Street Journal, las baterías de esos vehículos habrían podido ser también la causa del origen del incendio.
Según se ha dado a conocer, parte de ese cargamento que contiene 3.965 vehículos de diferentes marcas del Grupo Volkswagen, 1.100 son Porsche, 189 Bentley, además de haber también unidades de Lamborghini, Bugatti, Audi y Volkswagen.
Se estima que el valor de toda la carga que han perdido ronda los 400 millones de dólares. Aunque más trágica es si cabe la contaminación marina que supone su hundimiento, por ello, se está supervisando que no haya fugas de combustible más allá de la pequeña mancha de hidrocarburos que se puede apreciar hoy día.