Si eres de los que considera que el Ferrari Roma no es lo suficientemente picante tal y como viene de fábrica, Mansory tiene la solución con una conversión integral donde no sólo se centra en su estética exterior, sino también en su interior y mecánica.
Para ello, le dota de un capó delantero con una parte en fibra de carbono inspirada en el 812 Competizione y un paragolpes delantero más agresivo con una nueva malla en la parrilla. En la vista lateral encontramos branquias laterales que se extienden hasta las puertas, retrovisores exterior de nuevo cuño y llantas forjadas en 21 pulgadas delante y 22 detrás.
Su zaga cuenta con un difusor de grandes dimensiones, escape cuádruple, luz de freno central y un alerón sobre la tapa del maletero.
Su habitáculo luce nuevos tapizados, con cuero rojo con costuras en negro a contraste en asientos, salpicadero y paneles de puerta, mientras que el volante cuenta con el logotipo del preparador y los umbrales de las puertas están fabricados en fibra de carbono, luciendo las letras de Mansory.
¿Qué hay de su mecánica? Su V8 de 3.9 litros biturbo con 620 CV de potencia y 760 Nm de par controlado a través de una caja de cambios de doble embrague con ocho velocidades pasa a contar ahora con una potencia máxima de 710 CV y un par máximo de 865 Nm, permitiendo realizar su 0-100 km/h en 3,1 segundos con una velocidad máxima de 332 km/h. Este aumento de potencia se logra únicamente con la puesta a punto de la ECU, si bien, en opción se puede complementar con un nuevo escape deportivo.