A nadie escapa el declive de las berlinas del segmento D estos últimos años a raíz del auge de SUVs y crossovers. Si bien es cierto que las marcas alemanas han conseguido capear mejor el temporal, lo cierto es que entre las generalistas como Ford este cambio de tendencia ha sido bastante agresivo con MPVs así como modelos como el Mondeo.
Y precisamente Ford que se encuentra sumida en una profunda reestructuración de su negocio buscando la viabilidad en Europa, ya anunció el cese de producción de los C-Max/Grand C-Max, KA+ así como la supresión de 12.000 empleos. Y estos no serán los únicos cambios, sino que habrá más.
En ese paquete de cambios se integrará también la supresión del Mondeo, S-Max y Galaxy debido a las bajas ventas, siendo los tres sustituidos por un único modelo. ¿Un único modelo? Sí, has leído bien. Se tratará de un modelo con vocación global (y que podría venderse también en EEUU para cubrir el hueco dejado por el Fusion) construido sobre la plataforma C2, contando con una filosofía cercana a la del Subaru Outback… pero sin tracción total -ni de manera opcional- y por supuesto, motores bóxer. Aunque eso sí, tratará de compensar la ausencia de dicha tracción total con algún sistema de control de tracción adaptado junto con neumáticos mixtos como los que podemos encontrar desde hace años en diversos modelos de origen galo para mejorar su motricidad fuera del asfalto.
Según Autocar se nutrirá del motor 1.5 de tres cilindros gasolina con una hibridación suave de 48 voltios, además de múltiples opciones diésel que cumplen con la normativa Euro 6d para la variante destinada al mercado europeo. Eso sí, no llegará al mercado hasta el año 2021.
Es de esperar, por otra parte, un modelo también muy espacioso y con gran capacidad de carga a fin de que pueda contener a la clientela proveniente de los tres modelos citados. Y en vista de las ventas cosechadas últimamente por el trío, no parece nada difícil lograr superarlas con el modelo.
