El segmento D fuera de las marcas premium en Europa no está pasando por su mejor momento. Y los fabricantes, conscientes de ello, de la misma forma que han «recogido cable» con los segmentos más de nicho y menos rentables. Volkswagen, tras el escándalo ‘dieselgate’ ya reconfiguró sus prioridades, cancelando algunos modelos en favor de apostar por la electrificación.
Pero no sólo está apostando de manera contundente por la electrificación, sino también por enfocarse a segmentos más rentables. Y esta estrategia ya vista en las marcas del grupo podría llegar a impactar a un modelo que nos ha acompañado durante tantas generaciones como es el Passat en el mercado europeo.
De acuerdo a Autonews y citando a fuentes internas (por lo que no es algo oficial y que podría quedarse en un mero rumor), el nuevo Volkswagen Passat que deberíamos ver en el año 2023 sólo llegará con carrocería familiar, una opción más práctica que la de la versión sedán con el pequeño portón trasero, pero que sin embargo, fuera de Europa tiene un recorrido comercial mucho más limitado.
Recientemente nos enteramos que Volkswagen suprimirá el Passat de su gama en Estados Unidos, algo que era de esperar al haber logrado comercializar sólo 16.000 unidades durante los tres primeros trimestres del 2020. Sin embargo, las 100.000 unidades vendidas del modelo en Europa en lo que llevamos de 2020 es lo que ya nos hace poner más en entredicho este rumor. Si bien, la fuente citada argumenta una razón para dicha decisión: evitar la canibalización de ventas existentes entre el Skoda Superb y el Volkswagen Passat, dejándole vía libre al Superb en su versión sedán. Otra de las razones que arrojan es que la actual factoría de Emden donde se produce el Passat europeo en Alemania, será próximamente empleada para construir vehículos eléctricos exclusivamente, incluyendo el ID.4 crossover así como un sedán eléctrico del tamaño del último Jetta que estuvo presente en el mercado.
