Aunque parecía que finalmente el actual gobierno no iba a implementar un plan de ayudas en la compra de coches, finalmente ha reculado y ha optado por la aprobación de un plan de ayudas. Bajo el nombre de Plan PIVE (Plan de Incentivos al Vehículo Eficiente) pretende aportar 2.000 euros de ayuda al comprar un vehículo, de los cuales, el 50% lo aportará el gobierno y el 50% restante el fabricante del vehículo. Un plan que por el momento está siendo aplaudido por prácticament etodo el sector del automóvil.
Naturalmente, el enfoque es el mismo que el de planes anteriores (como el VIVE o Prever): renovar el parque automovilístico español, con vehículos nuevos y de cierta eficiencia. Por ello, una de las condiciones es que el coche que se vaya a comprar tenga las etiquetas A ó B Diversificación y el Ahorro de Energía (IDAE), es decir, que en ningún caso las emisiones del vehículo superen de media los 160 g/km y con un tope máximo de 25.000 euros sin incluir el IVA. En el caso de que optemos por un coche propulsado por GLP, híbrido, híbrido enchufable o incluso eléctrico, el tope de 25.000 euros se elimina.
Cumpliendo esos requisitos, toca el más importante: entregar un vehículo usado a cambio. Para ello, nuestro vehículo tendrá que cumplir un único requisito: tener más de 12 años en caso de ser un vehículo convencional, y 10 años si es una furgoneta.
De acuerdo a las estimaciones realizadas por el gobierno, con la puesta en marcha de este plan se jubilarán 75.000 vehículos viejos. Aunque naturalmente, ahora con la crisis habrá mucha gente que no lo entregue tan a la ligera su coche y prefiera venderlo en el mercado de segunda mano para poder rascarle algo más de beneficio que el que proporcionan dichas ayudas, aún con los dolores de cabeza adicionales que eso supone.
Su puesta en marcha comenzará a partir del próximo 1 de Octubre.
Vía: 20minutos.es