Debido a las sanciones impuestas a Rusia por la guerra de Ucrania, AvtoVAZ tuvo que detener su producción ante la falta de componentes. Unido a esto, Renault decidió vender su parte de AvtoVAZ a la Central de Investigación Científica Automotriz de Rusia (NAMI) perteneciente al Kremlin en medio de estas dificultades por las que atravesaba.
Esta falta de componentes que se importaban y que impedían reanudar la producción han forzado al gobierno del Kremlin a cambiar la legislación para permitir la producción y venta de vehículos sin equipamiento que anteriormente no era posible comercializarlos. Con el nombre de Classic 22, el Lada Granta ha prescindido de frenos antibloqueo (ABS), airbags, control electrónico de estabilidad (ESP) y pretensores para los cinturones.
Y ojo, porque eso no es todo. El motor 1.6 de 90 CV sigue siendo similar al que ya montaba, pero debido a que prescinde de parte de la electrónica, pase de cumplir con la Euro 5 a no ser capaz ahora de cumplir ni con la Euro 3, siendo por ende mucho más contaminante. Un auténtico paso atrás, más aún cuando los fabricantes ya se están preparando para la Euro 7.
Tampoco lleva de serie un equipo de sonido, tan sólo cuatro altavoces, por lo que tendrás que poner tú el sistema multimedia.
Está disponible en las tres carrocerías: liftback, sedán y familiar. Los precios parten de los 658.300 rublos, unos 11.000 euros al cambio, siendo por tanto cerca de 1.700 euros más económico que la versión previa con más equipamiento. También viene de serie con elevalunas eléctricos delanteros, dirección asistida eléctrica, anclajes ISOFIX, cierre centralizado y ordenador de a bordo.