Mansory ha optado por preparar el Maserati MC20, pero en este caso y a diferencia de algunas preparaciones en las que nos acostumbra, ha apostado por un kit de carrocería radical del que todavía no ha culminado su desarrollo.
Este kit destaca por contar con una cantidad considerable de fibra de carbono, que junto con todos los elementos aerodinámicos con lo que consta nos permite contar con una estética de coche de circuito como la ya vista en la variante GT2, como un splitter delantero prominente de grandes dimensiones y que conecta con la calandra, además de otros elementos en fibra de carbono como en las tomas de aire, rejillas de ventilación canards e incluso en los faros.
Su vista lateral nos muestra una enorme pieza en fibra de carbono a modo de talonera cubriendo la parte inferior de las puertas además de unos retrovisores también con carcasa en fibra de carbono. También, las tomas de aire laterales que refrigeran el motor central trasero y las nuevas llantas forjadas FV5 de 21 pulgadas para el eje delantero y 22 pulgadas para el trasero.
Finalmente, su zaga no sólo cuenta con un gran difusor con luz de freno tipo Fórmula 1, sino también un alerón de grandes dimensiones que apoya en tres brazos y una cubierta para su motor con una entrada de aire que reemplaza a la luneta trasera y que naturalmente elimina la visibilidad del retrovisor interior, algo que no es un problema gracias a la cámara opcional que ofrecen.
No han hablado acerca de mejoras de rendimiento de su motor, por lo que su 3.0 V6 sigue ofreciendo los mismos 630 CV de fábrica, aunque eso sí, nos dan la posibilidad de adquirir un escape deportivo que mejora su sonido con downpipes opcionales y control remoto de las mariposas para poder modular su ruido.