Como parte de la estrategia de crecimiento y expansión de la firma italiana (que de momento, está dando unos resultados inmejorables, y la senda parece indicar que así seguirá, para lograr el ansiado objetivo, 50.000 unidades en el año 2015), Maserati ha anunciado la introducción de un propulsor diésel dentro del Quattroporte, siguiendo así los pasos de algunos de sus rivales que han visto aumentar de forma considerable sus ventas ante la introducción de este tipo de mecánicas en su gama.
Para lograr el objetivo fijado por la firma, además de haber introducido hace algunos meses un propulsor gasolina V6 más accesible para llegar al gran público, ahora toca la introducción del propulsor diésel, que también se sitúa como un escalón de acceso a la gama y muy en especial para aqullos que valoran más positivamente los consumos y autonomía ofrecida por este tipo de mecánicas.
El gasóleo no tiene por qué estar reñido con el lujo
El propulsor diésel elegido no es de nuevo desarrollo, puesto que ya fue estrenado en el Ghibli, un modelo que tiene como rivales los Audi A6, BMW Serie 5 o Mercedes Clase E entre otros. El propulsor, como sabrás, se trata de un V6 de 2.987 cc y una potencia de 275 CV con un par máximo de 600 Nm, con un turbo de geometría variable y además inyección directa por conducto común capaz de trabajar a una presión de hasta 2.000 bares. Un corazón que le permite a la berlina de representación italiana alcanzar los 100 km/h desde parado en 6,4 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 250 Km/h (limitada electrónicamente).
Al mercado local -Italia- también llegará con el mismo propulsor pero con menor potencia, concretamente, 250 CV, algo que repercute negativamente en sus prestaciones, alcanzando 240 Km/h de velocidad máxima y necesitando 6,8 segundos para alcanzar los 100 Km/h.
También heredará otros aspectos técnicos empleados en el Ghibli en asociación con el citado propulsor, tales como el ‘Active Sound System’ que modifica ligeramente el sonido del escape, además del sistema Stop&Start para reducir consumos y emisiones -que en el citado caso, el ahorro estaría en torno al 6%-.