El preparador alemán Väth ha comenzado a exprimir las posibilidades del nuevo Mercedes-AMG C 63. Pese a que haya perdido nada menos que cuatro cilindros y haya apostado por la hibridación, esta nueva iteración sigue siendo posible extraer potencia del conjunto.
En concreto, de los 421 CV que desarrolla el motor de 2,0 litros de fábrica y 500 Nm de par, ahora recibe 69 CV adicionales fundamentalmente a través de una nueva gestión electrónica así como a un escape menos restrictivo, aunque eso sí, manteniendo la válvula activa que permite alterar el sonido del mismo para que no resulte molestos a la hora de realizar trayectos de gran distancia.
Y… ¿cuál es el resultado? 490 CV y un par motor máximo de 620 Nm que se transmiten a través de su caja de ocho marchas y doble embrague AMG SPEEDSHIFT DCT-8G, algo que se traduce en una mejora en sus prestaciones, con un 0-100 km/h en 3,7 segundos, o lo que es lo mismo, 0,3 segundos menos respecto a las prestaciones de serie. No sabemos si se ha alterado la velocidad máxima de fábrica, que es de 270 km/h.
Pese a no ser un aumento de potencia muy considerable, el preparador es consciente de que muchos clientes pueden tener interés en mejorar también el sistema de frenado, por lo que se pone a disposición un kit de frenos de seis pistones delanteros con discos de 390 mm (de serie 350 mm) y latiguillos metálicos.
Estéticamente, los cambios pasan por unos muelles de suspensión más bajos (-20 mm) y unas nuevas llantas de aleación de 20 pulgadas con neumáticos de invierno 265/35.