Mercedes ha presentado en sociedad la versión de acceso del SL, el SL 43 que en este caso para rebajar de manera manifiesta su precio de partida ha tenido que prescindir del motor V8 que hasta ahora conformaba la gama del modelo con potencias de 476 y 585 CV. ¿Y qué han elegido? Nada menos que un motor de cuatro cilindros, algo que es inédito dentro de la historia del modelo a cielo abierto alemán.
Sin embargo, y para servir de contrapeso a esto que a los más puristas puede resultar una «herejía», Mercedes ha introducido con él algo tan revolucionario como un turbocompresor de gases de escape eléctrico de nueva factura, del que aseguran, es el primer modelo de producción en serie en contar con él. Esta tecnología, heredada directamente de la Fórmula 1, emplea el mismo sistema eléctrico de 48V que el motor de arranque y hace girar la turbina del turbo hasta la llegada de los gases de escape, reduciendo considerablemente el lag existente a bajo regimen y con una respuesta del acelerador mucho más instantánea.
Por lo demás, el bloque empleado es el ya conocido M139, o lo que es lo mismo, el 2.0 turbo del A45 con 381 CV a 6.750 rpm y un par motor máximo de 480 Nm entre las 3.250 y 5.000 vueltas, necesarios para mover los 1.810 kg que pesa el conjunto. Se le suma un motor de arranque/generador que puede aportar 14 V adicionales. La caja de cambios es una AMG Speedshift MCT 9G de 9 velocidades cuya potencia es enviada al eje trasero.
El resultado es un 0-100 km/h en 4,9 segundos con una velocidad máxima de 275 km/h.
¿Cuenta con diferencias respecto a sus hermanos mayores de la gama? Sí, diferencias que podemos apreciar en el paragolpes frontal y trasero específicos, además de salidas de escape también de nuevo cuño. Por su parte, las llantas de aleación son en 19 pulgadas, pudiendo equipar las de 21″ de las versiones V8 en opción. Por supuesto, incluye la suspensión AMG Ride Control y sistema AMG Dynamic Select con cinco modos de conducción.