Mercedes ha llevado a cabo una actualización a mitad de su ciclo de vida del Clase A (dado que lleva en comercialización desde 2018) que tiene como principales novedades la mejora de su equipamiento tecnológico y además, la introducción de hibridación ligera en todas sus motorizaciones gasolina. También hay pequeños cambios estéticos.
Por ello, vamos a empezar por esto último: la carrocería recibe nuevos colores, nuevas llantas de aleación -que pueden ser de hasta 19 pulgadas- y además los grupos ópticos delanteros (que pueden ser LED o matriciales) y traseros se ponen al día. Su habitáculo ahora brinda de serie la pantalla central de 10,25 pulgadas con la instrumentación digital de 7,0 pulgadas con conectividad Android Auto y Apple CarPlay.
Otra novedad es la introducción de un lector de huellas dactilares para reconocer al conductor y que así los parámetros de configuración se adapten a él, hay mejoras en el asistente de Hey Mercedes donde gana mayor precisión, los sistemas de asistencia al conductor de nivel 2 mejoran su precisión además de nuevos puertos de tipo USB-C.
Además, todos los motores gasolina (a excepción del A45S AMG, el más potente y deportivo) reciben un sistema de hibridación ligera, con un módulo de tipo RSG de 14 CV accionado por correa y con una batería de 48 voltios permite realizar ‘navegación a vela’ y sirve también como motor adicional en caso de demandas de potencia instantáneas. Además, el A250e ahora cuenta con un motor eléctrico más potente de 109 CV (+7 CV) y su potencia de carga en corriente alterna pasa de 7,4 a 11 kW.